Las fuentes son coincidentes. Esta es la historia:
Dos agentes del FBI llegaron al condominio VIP de Miami donde supuestamente se encontraba escondido el venezolano de los 800.000 dólares. Uno de los agentes tocó el timbre y se identificó:
-Abran, estamos buscando al sr. Antonini Wilson, en nombre de la justicia planetaria, de Néstor Kirchner y del mismísimo presidente George W. Bush.
-(una voz de hombre que intentaba pasar por voz de mujer): No, se equivocan, aquí no vive ningún Antonini Wilson.
-Señor, por favor, déjese de joder y abra.
-(sin abrir la puerta y aflautando aún más la voz): Noooo, le digo que aquí no vive, señor mío.
-Abra o tiramos la puerta abajo.
-(después de unos instantes la puerta se abre y aparece un hombre con peluca de mujer y una pollera cortita que deja ver sus piernas peludas).
-Su tarjeta de identificación, por favor.
-Aquí mismito no tengo.
-Usted es Wilson.
-No, no.
-Pero es igual.
-Es que soy su hermana menor.
-Tiene un peinado raro...
-Es que me tomó por sorpresa y no me peiné para usted, bombonazo.
-Sr. Wilson, va a tener que acompañarnos.
-Bueno...no se puede arreglar con unos miles de dólares.
-¿Cuánto?
-10.000, digamos.
-Marche preso, además de chorro, avaro.