sábado, 6 de octubre de 2007

Investigación exclusiva: el alto precio de las verduras hace más dramática la vida de los pobres. Ahora sólo pueden comer lomo todos los días.

Las familias humildes de la Argentina son aún más pobres debido al precio de los verduras y hortalizas. Una investigación de campo realizada por este blog comprobó el grado de miserabilidad a que se ven expuestas estas personas. En la villa de Retiro, Emiliana Peralta confiesa frente a una mesa en la cual no se puede ver ni una hoja verde:

Emiliana: Esto es la miseria, señor, a dónde hemos llegado...
El Profesor: Cuánto hace que no come un tomate?
Emiliana: Semanas, señor, semanas.
El Profesor: Y papas?
Emiliana: ja, ja (a los gritos) PEDRO, VENÍ, ACÁ ME PREGUNTAN CUÁNTO HACE QUE NO VEMOS UNA PAPA. Por favor, no nos humille con esas preguntas.
El Profesor: de zapallos ni hablar...
Emiliana: un chico vecino el otro día trajo uno al barrio. Pobre, lo había robado y quería darle una sorpresa a su familia. Pero vino la policía y se lo llevaron. Desde entonces no lo volvimos a ver.
El Profesor: y qué comen todos los días?
Emiliana: y...lo que podemos, señor, lomo, ojo de bife, asadito. Pero ya estamos asqueados de comer siempre lo mismo. Alguien tiene que cambiar las cosas, señor.
El Profesor: bueno, algún día se va a dar vuelta la tortilla.
Emiliana: váyase a la mierda, señor, no hable más de papa y tortilla, respete el dolor ajeno.

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