miércoles, 4 de julio de 2007

Felisa M. y su bolsa

Profesor: no le puedo dejar mi apellido, pero quiero transmitirle me problema. Hace unas semanas me olvidé una bolsita con dinero en el baño de mi trabajo (mi marido me quiere matar) Eran unos 200.000 dólares que no viene al caso de dónde habían salido. La cuestión es que alguien los encontró y se hizo todo un alboroto en la prensa de mi país, Argentina. Muchos de quienes me critican son los mismos periodistas que antes me venían a pedir dinero de la bolsita y ahora se olvidaron. Desagradecidos. Yo le pregunto: ¿por qué no puedo guardar la plata donde se me dé la gana? ¿La plata es mía o es de ellos? Y si es mía, que lo es, qué se vienen a meter en lo que no les interesa. ¿No le parece?
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Respuesta: es cierto que hay mucho desagradecido en esta Tierra, pero la gran culpable de todo es usted. ¿A quién se le ocurre dejar la bolsa en el baño? No sé a qué se dedica usted, pero debe estar muy estresada. Le aconsejo tomarse unas largas vacaciones: presente su renuncia ya, la gente se olvidará del tema y usted podrá conseguir pronto un nuevo y digno trabajo.
El Profesor

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